Manuel Ramirez ~1912 - ¡Una guitarra elegante con un sonido impresionante y una historia importante!
Esta fina guitarra data aproximadamente de la misma época que la famosa guitarra Manuel Ramírez de Segovia.
El taller de Manuel Ramírez es sin duda el taller de guitarras clásicas más importante de principios de siglo, la era post-Torres de la fabricación de guitarras. Manuel Ramírez (1864-1916) se comprometió a garantizar la supervivencia del diseño „Torres“ en el siglo XX (y más allá). Con su visión y determinación, junto con un taller formado por los mejores luthiers de la época (incluyendo nada menos que a Santos Hernández, Domingo Esteso, Modesto Borreguero, Pascual Viudes y muy probablemente Enrique García), logró fabricar grandes guitarras que aseguraron el legado Torres para todas las futuras generaciones de luthiers.
Esta guitarra en particular es un ejemplo perfecto del estilo y el sonido que tanto impactaron a sus oyentes y músicos.
Este instrumento se construyó aproximadamente el mismo año que la famosa e icónica Manuel Ramírez de Segovia de 1912 (actualmente expuesta en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, junto con la Hauser I de Segovia de 1937) y parece ser muy similar en dimensiones y proporciones a la guitarra de Segovia. Tiene una tapa de abeto y fondo y aros de ciprés. La longitud de la escala es de 652 mm y la anchura de la cejuela es de 50 mm.
La guitarra fue restaurada profesionalmente por Gabriele Lodi.
Esta Manuel Ramirez ~1912 es un instrumento elegantemente construido con bajos profundos, agudos llenos y cálidos y ricas texturas tonales entrelazadas con los fundamentos claros y acampanados. El peso ligero como una pluma de la guitarra le da un volumen increíble y una respuesta instantánea. No es de extrañar que en los últimos años cada vez más luthiers contemporáneos se hayan dedicado a redescubrir este estilo de construcción, ya que posee un encanto absolutamente místico y mágico que ha hipnotizado a intérpretes y oyentes desde principios de siglo hasta nuestros días.
El sonido es inconfundiblemente español: profundo, oscuro y misterioso. La experiencia de tocar una guitarra como esta es única, probablemente también debido a su antigüedad y al hecho de que se ha tocado regularmente durante más de 100 años.
Esta guitarra sería un fantástico instrumento de concierto y grabación tanto para piezas clásicas como flamencas - esta guitarra fue construida en una época en la que no había distinción entre „clásico“ y „flamenco“. Es simplemente una gran „guitarra“ - su versatilidad como instrumento musical encaja maravillosamente con prácticamente cualquier estilo que le preste la mano del intérprete individual.
La tocó durante años el guitarrista Giacomo Palazzesi y la utilizó para grabaciones y conciertos. La muestra de sonido adjunta es una de estas grabaciones.
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