Eduardo Ferrer 1950 Guitarra flamenca

Guitarra flamenca Eduardo Ferrer 1950 - guitarra de sonido fantástico de uno de los fabricantes de guitarras más famosos de España.

Eduardo Ferrer, era sobrino de Benito Ferrer, fundador de la famosa escuela granadina. Fue el maestro de la mayoría de los guitarreros granadinos, por lo que es una figura clave en la historia de la construcción de guitarras.

Eduardo Ferrer nació en 1905. Cuando tenía unos diez o doce años, entró como aprendiz en el taller de su tío Benito Ferrer. También asistió al colegio seminario durante un tiempo y pensó que quería ser sacerdote, pero luego cambió de opinión. Cuando su tío murió en 1925, Eduardo se hizo cargo de su taller.

Su vida fue una larga aventura: desde su aprendizaje, cuando no ganaba nada, hasta la guerra, cuando vendió una guitarra por veinte pesetas, lo que entonces le pareció una fortuna. Como guitarrero, su trabajo seguía de cerca el de su tío. Aunque intentó varios experimentos, continuó siguiendo los probados métodos tradicionales de Benito Ferrer y Antonio de Torres. En su opinión, habían investigado todo lo que había que investigar y no había nada nuevo que inventar.

Pero su importancia como guitarrero fue también como maestro. Casi todos los guitarreros que hoy trabajan en Granada aprendieron de él o de quienes lo hicieron. Entre sus aprendices se encuentran José Castaño y Milán, que continuaron sus estudios con él tras la muerte de su tío; Juan López, que murió en la guerra, Miguel Robles, Manuel Fernández, Francisco Manuel Díaz, Manuel López, Antonio Marín, su propio hijo José Ferrer y muchos más. También colaboró en la formación de guitarreros clásicos en Japón. Entre 1966 y 1968, pasó tres meses al año en Japón enseñando a los empleados de Yamaha a construir guitarras.

Esta guitarra es una guitarra flamenca de 1950 con tapa de abeto y fondo y aros de ciprés. La longitud de la escala es de 650 mm y la cejuela de 51 mm.

Esta guitarra flamenca Eduardo Ferrer 1950 es excepcional y nos impresionó inmediatamente por su maravilloso sonido. Junto con la construcción ligera y los materiales nobles, produce un sonido mágico, casi místico. Es fuerte y claro y tiene la típica garra flamenca que se puede esperar.
Un excelente ejemplo de los mejores instrumentos de Ferrer. El tono es precioso - rico y sedoso, meloso y lleno. Combina las mejores cualidades de una tapa de abeto con el sonido único de las mejores guitarras de Granada. La separación entre notas es clara e increíblemente equilibrada en toda la gama. También ha desarrollado un hermoso carácter vintage en el sonido.

Esta guitarra flamenca Eduardo Ferrer 1950 está en buen estado y ha sido restaurada profesionalmente.

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