Errores que cometen los propietarios de guitarras
Tener una guitarra no es sólo rasguear acordes o tocar solos: también es cuidar un instrumento que puede durar toda la vida. Sin embargo, muchos propietarios de guitarras cometen sin saberlo errores que pueden comprometer la integridad y la vida útil de sus instrumentos. En este artículo, veremos los cinco errores más comunes que cometen los propietarios de guitarras y te mostraremos cómo mantener tu guitarra en las mejores condiciones.
1. descuido de la humedad del aire
Controlar la humedad es un aspecto crucial del cuidado de la guitarra, especialmente en los meses de invierno, cuando las calefacciones están en marcha. El aire seco puede reducir el contenido de humedad de la madera, provocando su contracción y agrietamiento. Los valores óptimos se sitúan entre 45 % y 55 %.
Un exceso de humedad puede hacer que la caja de resonancia se hunda, el puente se afloje y el mástil se doble. Por el contrario, un exceso de humedad hace que la madera se hinche.
La solución: un buen humidificador de guitarra en el estuche y un higrómetro para controlarlo. En invierno, un humidificador también puede ser útil.
2. almacenamiento a plena tensión de las cuerdas
Muchos propietarios guardan sus guitarras con las cuerdas al máximo de tensión sin darse cuenta de que esa presión provocará daños a largo plazo. La tensión de las cuerdas de acero suele oscilar entre 70 y 90 kg. Esto puede deformar el mástil, arquear la tapa o desprender el puente.
Las cuerdas deben aflojarse para periodos de almacenamiento más largos. Si toca el instrumento con regularidad, puede aflojar las cuerdas 2-3 vueltas. Los juegos de cuerdas más finas también pueden reducir la presión.
3. influencias medioambientales nocivas
La luz solar directa, los cambios bruscos de temperatura y la humedad elevada son veneno para las guitarras. Pueden provocar daños en la pintura, grietas o deformaciones. Por ello, la guitarra debe guardarse siempre en un entorno estable, idealmente en un estuche, lejos de radiadores, ventanas o sótanos húmedos.
4. cuidarse en exceso con los productos equivocados
La limpieza es importante, pero los productos equivocados o un cuidado excesivo pueden hacer más mal que bien. La goma laca, en particular, reacciona con sensibilidad a los productos químicos agresivos o a los productos de limpieza que contienen alcohol. Un paño suave y seco suele ser suficiente para el cuidado diario. Para las lacas especiales sólo deben utilizarse los productos recomendados por el fabricante.
5. ausencia de inspecciones técnicas periódicas
Muchos guitarristas subestiman la importancia de las revisiones anuales en el taller. Al igual que ocurre con un coche, un especialista puede reconocer a tiempo problemas como el alabeo del mástil, el desgaste de los trastes o el pegamento suelto. Las inspecciones periódicas garantizan que la guitarra se pueda tocar de forma óptima y evitan reparaciones importantes.
Conclusión
Evitar estos errores típicos puede alargar considerablemente la vida de su guitarra. Una humedad adecuada, una tensión reducida de las cuerdas durante el almacenamiento, la protección frente a las influencias ambientales, una limpieza cuidadosa y revisiones periódicas son las claves para una larga vida de la guitarra. Una guitarra bien cuidada no sólo es más agradable de tocar, sino que sigue siendo un instrumento valioso durante muchos años.

